martes, 25 de noviembre de 2008

189.-La leche y la coca. PARA TENER EN CUENTA

Dr. SACHA BARRIO - El Doctor de las Grasas


(Del Diario " El Comercio ") Jueves, 06 de julio de 2006


"Estados Unidos consume leche más que todo el mundo
y lidera el mundo en osteoporosis"

"Nuestros ancestros tenían un consumo de grasas muy diferente. Hoy existe un desequilibrio"

Sacha Barrio es un doctor formado tanto en medicina occidental como oriental. Acaba de publicar un libro --que se agotó en pocos días-- donde defiende el consumo de grasas esenciales y donde critica las propiedades nutricionales de la leche, el azúcar y el aceite

Lo dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo dice el programa de alimentos de las Naciones Unidas (FAO), lo dicen los ministerios de salud de casi todos los países y lo dicen las asociaciones de Reumatología, de Osteoporosis, etc. deben incluirse en la dieta diaria al menos dos tazas de leche al día (mucho más en casos de adolescentes y madres gestantes). Los organismos de salud promueven el consumo de leche como una medida de prevención ante problemas de peso, de gota o de diabetes y otros males. Por eso, la FAO ha establecido el 1 de junio como el Día Mundial de la Leche.
Respecto de la proporción calcio-fósforo, basta que esta proporción sea de 1 a 1 para que el resultado sea favorable al organismo. Lo importante no es qué alimento se consuma, sino el conjunto de alimentos que se ingieren. Siempre es necesaria la presencia del calcio y su mayor presencia está en los lácteos.

ENTREVISTA AL DR. SACHA BARRIO

Se considera el representante de una rama que va a las esencias: la medicina social. Y presenta su libro "La gran revolución de las grasas" como un catecismo en la materia. "Escribir mi libro fue como una emulsificación social", confiesa Sacha Barrio Healey, formado en medicina occidental en Inglaterra y en medicina oriental en la Universidad de Medicina Tradicional China en Nanjing. Un emulsificante es una sustancia que disuelve la grasa y la balancea. Barrio se considera un misionero que propugna la no estigmatización de las grasas sino su consumo equilibrado en los ámbitos alimenticios mundiales. En este afán ha desatado una intensa controversia, sobre todo, por su combate contra la leche, los azúcares y los aceites.

Hay una frase de su libro: "Se puede medir la inteligencia y la evolución de un ser con solo ver cómo y qué come". ¿Se puede precisar qué tan inteligente es alguien de acuerdo con su dieta?

Claro, puedes saber cómo está su sangre. Nuestra dieta condiciona nuestra visión de la vida. Si nosotros tenemos la sangre contaminada, nuestro estado de ánimo va a estar así. Si en lugar de corazón tienes un chicharrón lleno de grasas y obesidad, tus funciones espirituales también van a estar afectadas.

A ver, si una persona tiene depresión, ¿parte de ese problema se puede deber a sus hábitos alimenticios?

En gran medida, claro que sí. Hace poco he visto un muchacho esquizofrénico que fue al Hospital Noguchi con ataques de pánico, insomnio, taquicardia. Tenía 30 años y le pregunté qué desayunaba. Me dijo: maca con avena y en el almuerzo una presa de pollo y en la noche más maca con avena. No puedes estar sano con esa dieta, le dije. Y no podía entender. Le dije que su esquizofrenia tenía mucho que ver con deficiencias de aminacina, de omega 3, de deficiencia de ácidos grasos esenciales en el cerebro. Entonces con cambiarle la dieta, en tres semanas, su vida ha dado un cambio extraordinario
. Empezó a tomar extractos de alfalfa, linaza, le he dado coca, que es un antidepresivo muy poderoso... con la harina de coca micropulverizada ya se pudo reincorporar al trabajo, perdió sus miedos, inseguridades. Se ha demostrado que muchas personas con depresión tienen carencias de ácido esencial en su cerebro. El maniacodepresivo tiene muy buenos resultados con tres o cuatro gramos de aceite de pescado diario.


En su libro dice también: "Nuestro hígado, cerebro y genitales se sienten dichosos y agradecidos cuando por fin le damos las grasas que le son esenciales para el funcionamiento". ¿Cuál es la diferencia entre la buena y la mala grasa?

Las grasas tienen que formar parte de nuestra dieta. Yo defiendo las esenciales. Podemos dividirlas en grasas saturadas que son las animales: la leche, el queso, mantequilla. Y las grasas insaturadas que hay en los vegetales, con dos esenciales: omega 3 y omega 6, que juegan un rol importantísimo en el cerebro, en los genitales, en todos los órganos del cuerpo. Todas las demás grasas son prescindibles, menos estas. Por ejemplo, nuestros ancestros cazaban animales salvajes que tienen ácido graso esencial. Un cerdo salvaje tiene 5% de grasa, uno domesticado tiene 40%. El salvaje tiene ácido graso esencial, el domesticado no.

Usted dice que las grasas son buenas para la energía emocional de nuestros órganos internos. ..

Es buenísima la grasa. Pero si a tu corazón le estás dando jamonada, salchicha, pollo, lo matas. Y aquí en el Perú vivimos del pollo nuestro de cada día. Después, en cada paquetito de galleta vas a ver grasa hidrogenada, en los chocolates, en la galleta de soda, todas esas grasas son tóxicas.

Usted defiende el consumo de pescado...

Estoy planteando que es una buena opción, tiene buenas grasas, omega 3, el problema es que tenemos mucha contaminación de mar. Pero los pescados de carne grasosa son de agua fría, mar adentro y el pescado se abriga con esta grasa. Mar adentro, está menos expuesto a la contaminación. Hay que buscar los pequeños, porque los grandes están más expuestos.

Hay una relación del cáncer con dietas altas en grasa.

Sí, porque el tumor crece con las grasas, se beneficia. Mientras más
grasas saturadas, más problemas. Por otro lado, las dos grasas no saturadas deben tener una proporción del 1 al 3. Por un gramo de omega 3, debe haber tres gramos de omega 6. Pero nosotros consumimos de 1 a 30, por uno de omega tres, 30 de omega 6. Es un exceso, el omega 6 es pro tumoral. El omega 3 lo detiene. Cómo no vamos a tener cáncer con este tipo de alimentación.

Usted hace una división incitante en su libro, habla de las grasas del entusiasmo y las grasas de la melancolía

Tengo un libro sobre la depresión y el omega 3, cómo la depresión ha dado resultados increíbles con suplementos de ácidos grasos esenciales, básicamente porque el cerebro tiene grasa, entonces optimiza que se produzcan ciertos neurotransmisores, dopaminas, serotoninas, optimiza la conexión entre los lóbulos, los hemisferios y todo eso tiene efecto sobre nuestra emoción. Nos da entusiasmo, para la sexualidad son básicas, y para adelgazar también.

Su propuesta es adelgazar con grasas.

Todas estas grasas te hacen quemar más, es como el octanaje que le pongas a tu motor, le puedes poner de 90, 87, pero mientras más insaturada sea tu grasa más va a acelerar tu carburador fisiológico, tu metabolismo, empiezas a quemar más calorías. Los que están en el márketing tienen una ecuación: producto sin grasa, cinco veces más ventas. Los productos descremados, diet, light, quintuplican las ventas. La razón es el márketing, pero nutricionalmente lo que están haciendo es un desastre. Le quitas la grasa y haces desabrida la comida y a fuerza de ser una incoherencia le vas a poner más azúcar y más sal y a la larga vas a tener más calorías. Y va a arder en tu estómago un desasosiego porque no hay grasa. Hay una cantidad de mujeres que hacen cientos de dietas y no adelgazan y le das una cucharadita de aceite de linaza y es la llave, es un poquito de buena grasa que les modifica el ritmo metabólico, las equilibra emocionalmente.

En su libro usted desata una tremenda polémica porque propone no tomar leche, yendo contra el sentido común de uno de los alimentos más importantes del mundo. ¿En qué se basa usted para sostener esto?

Primero que la pineal de la vaca secreta unas hormonas para el crecimiento del becerro, que son buenas para el bovino,
pero para nosotros no, porque producen quistes al ovario, cáncer de mama y cáncer de próstata. Por otro lado, a las vacas les dan más hormonas para incrementar la proporción de su leche, en un 40%. La leche es una comida altamente mucogénica, produce flema, catarro; a los niños les da otitis media, les bloquea las trompas de Eustaquio, les da diarrea. Tú agarras un vaso de leche, le pones vinagre, o limón, se va a cortar, entonces separas el cuajo del suero, y al cuajo lo separas con una gasa, a ese cuajo le pones un poquito de bicarbonato de soda, y vas a tener goma blanca de carpintero, hecho igualito como lo hace la industria del pegamento, de la caseína hidrolizada. Eso se te pega en todas partes, en las articulaciones, en el estómago.

¿No tiene nada bueno la leche? Suena usted tremendista.

Al contrario
, la leche es de las comidas más alérgicas que pueden haber, a un niño con rinitis si le quitas la leche se le pasa. Ahora toda la que tenemos está pasteurizada, es de larga vida. Pero es larga vida a la leche, y corta vida al ser humano. La pasteurización se presenta como una medida que protege contra bacterias. Pero no puedes calentar la leche por encima de la temperatura de la sangre sin alterar todas sus propiedades, toda la vitamina C se pierde, el yodo se volatiliza, el calcio se vuelve sales que ya no son asimilables. Por otro lado, la leche no tiene nada de ácido graso esencial, todas son grasas saturadas.

Entonces el ser humano solo tendría que tomar leche materna.

Solo de bebe...
eso que les dicen a los mayores que tienen que tomar leche por la osteoporosis es falso, demuéstrame un estudio científico serio que lo diga, te regalo mi auto. Al contrario, descalcifica, porque tiene un altísimo contenido de fósforo. Tienes 118 miligramos de calcio, pero 100 de fósforo, entonces uno de fósforo anula el calcio y te quedas con el 0,18 de calcio que no es nada. Entonces a pesar de esto, tú lo vas a pasteurizar, y es peor, ya no queda nada. Entonces la acidez que te produce la leche hace que tu cuerpo tenga que compensarla poniendo calcio de tus huesos hacia la sangre. Estados Unidos consume leche más que todo el globo terráqueo junto y lidera el mundo en osteoporosis junto con Finlandia y Dinamarca, que también son los grandes consumidores de leche. En la China no consumen nada de lácteos y no existe osteoporosis.

¿El queso también es malo entonces?

No es que sea malo, pero hay una presencia tal de la leche que no la vamos a poder evitar, en el alfajor, en el helado. Pero el hecho que yo compre leche a mi hijo y lo obligue a tomar su taza es un crimen inconsciente, como que compre azúcar y lo obligue a comerla porque es entre comillas muy importante para la salud. Lo que es verdad, la glucosa es importante, pero esa presentación no. Nadie dice que el niño no necesite calcio, pero lo necesita tomar de otras maneras.

¿De qué otras maneras?

El ajonjolí es una propuesta mucho más realista, si tienes que 100 gramos de leche posee 118 miligramos de calcio, el ajonjolí tiene 1.116. Ahora la coca peruana tiene 2.097, no hay ni una planta que conozca sobre el planeta que tenga tanto calcio, compara esto con la leche.

¿Según usted, el azúcar también debe ser suprimida?

Sí, en 1850 consumíamos 6,2 kilos de azúcar al año, hoy estamos en el 2000, en 62 kilos de azúcar per cápita al año.
El azúcar es algo sintético, un extracto artificial de un producto natural, lo mismo que la cocaína en la naturaleza no existe, ha sido extraída de su contexto. Ahí es perjudicial, pero dentro de la hoja de coca es absolutamente benéfico. Lo mismo el azúcar, es buena dentro de la fruta, de la caña, pero si vamos a extraerla es tóxica.

Publicado por centinelatrujillano a las 10:05 | DEPORTES Y SALUD

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