Esta
niña, de origen indígena y una presencia encantadora,
dirige
un mensaje durante una premiación de un concurso
de
fotografía en México.
Es extraordinario como habla y sin referirse a notas,
como
se ven obligados a hacer algunos que, habiendo
recibido
la mejor educación disponible, no son capaces
de decir
mas de cuatro palabras sin leerlas
(el
Príncipe Felipe podría ser un ejemplo).
Y no hablemos del contenido de lo que dice, que tiene
mas
sentido común que todos los discursos políticos
que
he escuchado últimamente.
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