Compañeros y amigos “de por siempre" de la
VIII Promoción del CMFB:
Con la perspectiva de unos días después
de haber terminado una de las vacaciones más lindas que he tenido, me pongo
ante mi compu escuchando Yaravíes Arequipeños, para tratar de expresarles mis
sentimientos de compañero/amigo/hermano recientemente “reenganchado” a ese
maravilloso grupo que conformamos todos nosotros.
He tenido contactos personales directos
con varios de ustedes en la linda y emotiva cena en la sede de ASENESPAR; otras
veces fueron reuniones con desayuno, almuerzo o cena; otras reuniones –igualmente
emotivas– fueron por teléfono. Pero todas, absolutamente todas, fueron
emotivas, llenas de recuerdos, humor y deseos de que se repitan.
No me atrevo a citar nombres pues no
quisiera cometer el imperdonable error de olvidarme de alguno de ustedes. Se
los repito y repetiré siempre, con todos los que contacté los recuerdos y
atenciones a mi persona y a mi esposa fueron muchos y no deseo que se dañe
ninguno pues son recuerdos preciosos que estoy atesorando: recuerdos y bromas
del colegio, del barrio, sobre manías (como la mía sobre el brillo de los
borceguíes), sobre los primeros de la clase, los deportistas, los profesores,
los instructores militares y sobre sueños para el futuro. ¡Cuánta riqueza
humana hay en esos recuerdos! ¡Cuántas ganas de que se repitan!
¿Qué hizo el CMFB con nuestras almas
–me sigo preguntando– que con el primer abrazo, con la simple llamada
telefónica o la mirada por SKYPE, explotaron los recuerdos y los sentimientos?
No tengo explicación alguna ni quiero tenerla. Me basta con haber experimentado
que nuestras adolescentes almas fueron cinceladas indeleblemente por la
disciplina militar, nuestros deseos de ser algo en la vida y por la convivencia
24/24 horas con muchachos con los que compartimos risas, temores, dolores y sueños.
Esa mezcla, que en mi caso ha sido una mezcla bendita por El Señor del
Universo, me ha servido mucho en la vida. A ustedes compañeros de la VIII les
doy gran parte del crédito y mi agradecimiento.
Una última reflexión: los seres humanos
nos equivocamos muchas veces y ello desgraciadamente es normal. Yo me he
equivocado muchas veces en la vida y casi siempre he tratado de enmendarlos y
esta vez lo haré una vez más: reconozco que ha sido un grave error de mi vida
no haber forzado más las circunstancias para reencontrarme más a menudos con
ustedes. Por ello les agradezco su acogida generosa y entusiasta pues me siento
nuevamente parte de ese grupo de seres humanos con los que conviví una etapa
vital de mi vida la que recuerdo con cariño, alegría y mucha nostalgia.
Les adjunto la foto en la que aparecen
dos de los preciosos regalos que con agradecido sentimiento y orgullo guardo
cuidadosamente: mi gorra de los 50 años y el trofeo en vidrio (está al lado de
mi compu delante de la botella de agua).
Mi promesa firme y formal: para nuestros 55 años de egresados del CMFB estaré presente en el
patio de honor de nuestro colegio en el día en que nuestro Presidente
Promocional lo ordene. Si no es así, es que estoy muerto, o casi (difícil pues
soy cholo duro y los cholos arequipeños somos como los árboles: morimos de
pie).
Un fuerte abrazo,
René
Rodriguez Heredia
16
Avenida 8-98 Residencial La Montaña
Zona 16
- Ciudad
de Guatemala
Tel.
Fijo: (502) 2364 1890
Tel.
Celu: (502) 5511 4850
Skype: rene.rodriguez.heredia
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